Acercando el golf a casa

Redacción: GolfIndustria

¿Quién cuando empezaba a iniciarse en nuestro querido deporte del golf no compró o al menos pensó en comprar y quizás por vergüenza no lo hizo, alguno de aquellos modelos de hoyos portátiles de latón o plástico y así practicar su putt sobre la alfombra del salón de casa o la moqueta de la oficina?

Al margen de la anécdota, lo que este tipo de iniciativas reflejaba, era la intención del jugador de no despegarse de su afición y poder mejorar su juego en cualquier momento en su emplazamiento habitual, sin dejar de acudir por ello a las periódicas clases de su club o al driving range más cercano a “dar bolas”.

En los últimos meses Target Ingenieros ha recibido algunos encargos de particulares, que desean tener un área de prácticas en su propio jardín, y así poder entretenerse y mejorar su juego sin tener que salir de casa. El alcance del proyecto es variado; desde una pequeña área de putting green, hasta un espacio mayor dedicado a un chipping green e incluso con una zona de bunker incluida.

Es complicado decir si este interés responde a una reafirmación de una fuerte afición al juego del promotor de la iniciativa, o a la dramática experiencia vivida durante este anno horribilis 2020 debido a la COVID-19 y el confinamiento. También puede estar motivado por un criterio pragmático de darle un aprovechamiento a parte de la parcela ajardinada de un chalet, y pasar un rato entretenido solo o con algún otro aficionado, pero el caso es que estos proyectos se solicitan y en Target Ingenieros nos comentan, están encantados de poder ayudar a sus promotores a hacerlos realidad.

En algunos centros o instituciones educativas que disponen del espacio suficiente para realizarlo, también se han planteado este tipo de proyectos, e incluyen así una nueva actividad para su alumnado con una modesta iniciación al golf.

La magnitud del proyecto no puede estar reñida con la calidad del resultado final, y aunque estemos hablando de escasamente unos cientos de metros de actuación, los elementos de juego una vez finalizado el proyecto, deben responder al nivel de calidad igual o similar al de un campo de golf habitual, pero lógicamente con menores dimensiones.

Para tener una idea más clara de este tipo de proyectos, preguntamos a Gonzalo Millán, Director de Target Ingenieros, que consejos desde el punto de vista técnico puede dar al aficionado que se esté planteando transformar parte de su jardín o parcela en un espacio de prácticas de golf.

“Un proyecto de estas características se debe abordar con seriedad, no puede consistir en un mero apaño de un área ajardinada nivelada o no, con césped artificial o césped natural algo más cuidado que la vegetación circundante que pueda existir. Se aconseja realizar un estudio topográfico, un pequeño diseño que haga atractivo el área de prácticas y suponga un reto para el jugador, debe contar con un cierto moldeo del terreno, analizar los drenajes tanto en césped natural como artificial…en fin, aplicar criterios profesionales iguales a los que empleamos a diario en un campo de golf.”

Evidentemente, el proyecto no finaliza una vez terminada la actuación de transformación de esa área de la parcela, sino que hay que dotarlo de las infraestructuras de mantenimiento necesarias (red de riego, automatismos, etc.) para que el mismo propietario, con una ligera ayuda, pueda ser capaz de mantener la zona de prácticas en buenas condiciones.

Preguntamos a José Manuel Durán, Director de Proyectos de Target Ingenieros y responsable de haber realizado ya algunos proyectos de estas características, cuál sería su recomendación profesional para el mantenimiento de éstas áreas de juego y donde debería incidir o prestar más atención su propietario para poder disfrutarla durante muchos años.

“Estas áreas de prácticas particulares a pesar de su sencillez, deben ser mantenidas con rigor profesional.

“Si no queremos tener la exigencia de un elevado mantenimiento podemos plantearnos el uso de césped artificial, debidamente acoplado al terreno y siguiendo criterios profesionales de diseño. Si empleamos césped natural, primero tenemos que pensar en la infraestructura de riego y drenajes habituales, y dotarla de los equipos normales en un campo, automatismos, electroválvulas, aspersores, etc. Además deberemos contar con la ayuda periódica de un jardinero experimentado en golf, que nos pueda hacer los recebos, pinchados, enmiendas, etc., exactamente igual que se realizarían en un campo de golf. Su futuro mantenimiento debe estudiarse con detalle antes de iniciar el proyecto, ya que si no se puede contar con los medios adecuados, es preferible emplear césped artificial.”

En cuanto a su coste de ejecución, nos comenta José Manuel, es significativamente menor al que puede suponer contar con una piscina en la propiedad, algo que se contempla con normalidad en muchas viviendas con el espacio y presupuesto necesario para llevarlo a cabo. Además aporta un espacio estético atractivo al área ajardinada de la propiedad.

Vista la iniciativa, no podemos por menos que aplaudirla y felicitar a estos aficionados que desean llevar el golf a su propia casa, y sentimos, por qué no decirlo, una envidia sana.