Auditoria técnica de campos de golf

En los próximos años los Clubes de Golf se encontrarán con un mercado donde la enorme competencia junto a la creciente exigencia de sus socios les obligarán a mantener unos elevados estándares de calidad que permitan diferenciar su instalación del resto; y sólo conseguirán este objetivo sí son capaces de obtener el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles.

Generalmente los socios desconocen el desgaste lógico que sufren las instalaciones y por tanto, no son conscientes del esfuerzo técnico que exige mantener el campo en óptimas condiciones para la práctica del juego.

Según la American Society of Golf Course Architects la vida útil de los diferentes elementos componentes de un campo de golf es la que se resume en el siguiente cuadro:

Elemento

Vida útil/años

Greens

15 a 30

Arena de Bunkers

5 a 7

Sistema de Riego

10 a 30

Sistemas de Control de riego

10 a 15

Tuberías de PVC de presión

10 a 30

Equipos de Bombeo

15 a 20

Caminos de Asfalto

5 a 10 (o más)

Caminos de Concreto

15 a 30 (o más)

Tees de Campos de Prácticas

5 a 10

Tees

15 a 20

Tuberías corrugadas de metal

15 a 30

Tuberías de drenaje de Bunkers

5 a 10

Mulch

1 a 3

Césped

Variable

Es en este contexto donde la auditoría técnica de las instalaciones del campo de golf adquiere su sentido, ya que nos permite evaluar con precisión el estado de nuestros recursos y el potencial de mejora y optimización de los mismos. Por otro lado nos permite incorporar los avances habidos en nuevos materiales, equipos o sistemas de gestión y mantenimiento que seguro nos ayudarán a actualizar y mejorar nuestras instalaciones.

El objetivo esencial de la auditoría técnica de las instalaciones es sentar las bases de partida para que el mantenimiento de los campos de golf sea óptimo en términos de resultado técnico con el nivel de gasto / inversión más eficiente posible.

El primer paso es conocer, mediante una auditoría externa, el estado de las instalaciones y el aprovechamiento de todos los recursos disponibles. Esta revisión integral se centra en los puntos siguientes:

Red de drenaje y saneamiento: estado actual, dimensionamiento, capacidad de recepción y evacuación, recuperación de las aguas, etc.

Elementos de la red de riego: diseño, estado de las conducciones, válvulas, aspersores, etc.

Equipos de bombeo, filtración, instalación eléctrica.

Automatismo y programación del riego.

Consumo de agua, tiempos de riego y optimización del sistema.

Estudio de la calidad de agua de riego.

Sustratos de cultivo de greens, tees, fairways y rough y áridos empleados.

Sistemas de almacenamiento de agua.

Especies cespitosas implantadas.

Paisajismo.

Adecuación del campo a las necesidades de la explotación: rediseño de zonas conflictivas, creación y/o mejora de la red de caminos, etc.

Valoración económica de las mejoras propuestas.

Establecimiento de un Plan Director de actuaciones a medio plazo.

Las conclusiones de la auditoría técnica de las instalaciones se plasman en el Plan Director o Master Plan. Este documento establece en un escenario temporal los objetivos prioritarios y la secuencia de las inversiones a realizar para alcanzar los efectos deseados sobre el estado actual de nuestras instalaciones.

Nos permite definir dónde estamos y qué debemos hacer para que nuestro campo de golf cumpla a cinco, diez o quince años vista con las expectativas y objetivos de nuestros socios, jugadores, accionistas o inversores. El objetivo de la auditoría no es juzgar ni cuestionar el sistema de explotación o mantenimiento empleado en el club, ni siquiera el diseño del recorrido, sino ofrecer tanto al Director como al Encargado del mantenimiento un documento que permita establecer un calendario de actuaciones, renovaciones y reformas y una valoración presupuestaria de las mismas, que pueda presentar a los socios del club de una manera objetiva, profesional e independiente.

Por otra parte, y como es sabido, los clubes de golf suelen regirse por Juntas Directivas elegidas mediante votación periódica de sus socios; este Plan Director proporciona una continuidad en la línea de acción del mantenimiento y obras, independientemente de los cambios que se produzcan en los equipos directivos, lo cual proporciona tranquilidad y estabilidad a los Directores y Encargados del mantenimiento para desarrollar su trabajo sin la incertidumbre propia de los periodos electorales.

La metodología que sigue una auditoría técnica realizada de forma profesional no consiste en una visita puntual al campo y sus instalaciones, ya que el nivel de mantenimiento debe valorarse en un periodo amplio que contemple las diferentes situaciones estacionales a las que se encuentra sometido nuestro campo de golf. Se deberá partir de un análisis detallado de la topografía e incluso un levantamiento topográfico del campo en caso de que éste no exista, situación que puede ser más habitual de lo que en principio cabría pensar. Se revisarán los puntos más importantes de las instalaciones que se identificaron en el cuadro anterior y se mantendrá una comunicación constante con la Dirección y los responsables del mantenimiento del campo para la recogida de la mayor cantidad posible de datos acerca del mantenimiento del mismo y de los problemas estructurales que plantea a sus gestores para sacar el máximo rendimiento de sus instalaciones.

En base a la experiencia técnica del equipo auditor y su conocimiento de problemáticas similares en otros campos y las soluciones aplicadas, así como de los objetivos a medio largo plazo de los responsables del mantenimiento y gestión del campo, se definen las acciones a realizar, su secuencia en el tiempo y se valoran económicamente.

Es fundamental, para poder extraer todos los beneficios derivados de la auditoría técnica de nuestras instalaciones, combinar la claridad en los objetivos y prioridades, con los recursos económicos disponibles y el plazo que pretendemos imponernos para llevarlo a cabo. Las soluciones han de ser realistas, eficaces y razonables para cada campo en particular.